miércoles, 10 de junio de 2009

Se quiere matar: Tiró un colchón con un millón de dólares adentro

Guardar dinero debajo del colchón es una vieja costumbre de quienes desconfían del sistema bancario. Obviamente que la desconfianza tiene un precio y el dinero puede estar sujeto a robos o pérdidas sin cobertura de seguros.
Así se dió el caso de una mujer israelí que arrojó a la basura el viejo colchón de su madre, sin recordar que dentro se guardaba en efectivo un millón de dólares.
La noticia rápidamente circuló en Internet. Es que si bien no es raro que alguien guarde su dinero en su domicilio, sí lo es cuando lo tira y se da cuenta al día siguiente.
El hecho generó una frenética búsqueda entre toneladas de desechos, que hasta el momento no arrojó resultados positivos.
La mujer, que pidió no ser identificada, dijo a la agencia de noticias AP que quiso sorprender a su anciana madre regalándole un colchón nuevo el lunes y arrojó el viejo a la basura.
Pero recién al otro día se dio cuenta del error y que en el viejo colchón había guardado todos sus ahorros. "Me desperté gritando al darme cuenta de lo que había sucedido", dijo la mujer que vive en Tel Aviv.
El dinero, explicó, estaba en dólares estadounidenses y shekels israelíes, también dijo que era todo el dinero que tenía, pero no quiso aclarar cómo había acumulado una suma tan grande.
Y el motivo por el que lo guardaba en su casa y no en un banco fue porque con estos últimos había tenido "traumáticas experiencias", pero no quiso entrar en más detalles.
Por más que llegó rápidamente al basural, los funcionarios ya habían retirado el colchón. Aunque se buscó en otros tres basurales, no se pudo encontrar el millonario objeto.
El diario israelí Yediot Ahronot publicó una foto de la mujer revolviendo basura en un lugar del sur de Israel. La mujer, vestida con blusa blanca y pantalones negros, aparece de espaldas a la cámara revolviendo una montaña de basura que llena el cuadro.
Yitzhak Borba, el gerente del lugar, dijo a la radio que el personal ayudaba a la mujer, que parecía "desesperada". Dijo que era difícil encontrar un colchón en medio de 2.500 toneladas de basura que llegaban al lugar cada día.
Añadió que había acrecentado la seguridad para mantener a raya a posibles buscadores de tesoros.
Por su parte, la mujer dijo resignadamente que "hay que tomar todo en su justa medida y agradecer a Dios por lo bueno y lo malo".